¿Quiénes somos todos nosotros?

 El mundo está lleno de cosas obvias de las que nadie se da cuenta nunca ni de casualidad. 
Arthur Conan Doyle.

Apuntes sobre El curioso incidente del perro a medianoche (2003) de Mark Haddon

Esta novela tiene un protagonista memorable, es decir, uno que recordaremos siempre. Christopher, ese es su nombre, no pasará desapercibido para la mayoría de nosotros. Además de ser el protagonista es el narrador, tiene quince años y acaba de descubrir que el perro de su vecina ha sido asesinado. De inmediato decide investigar quién fue el culpable y qué lo motivó a cometer tal acto de sevicia. Al mismo tiempo decide escribir la novela que leemos.

Christopher conoce todas las capitales del mundo y los números primos, por lo menos hasta el 7.507. Le gusta deambular por las calles, de madrugada; los mapas y los horarios y tiene una rata de mascota. No puede leer los rostros, no le gusta que lo toquen, ni que le pregunten nada. Odia el color amarillo y el marrón. Tampoco entiende de chistes. Asiste a una escuela especial para personas con dificultades de aprendizaje. Además de descubrir al asesino, Christopher quiere demostrar que no es ningún “estúpido”, ni un “corto”, ni un “gil”, ni un “memo”. Todo lo contrario: quiere estudiar física y matemáticas en la universidad.

Esta novela es un homenaje a la literatura: piensa y discute sobre el uso de las descripciones, las metáforas, la verdad y el humor; y, especialmente, es un homenaje a la novela policiaca: el narrador conceptualiza sobre ella, reflexiona sobre los títulos representativos, como por ejemplo El perro de los Baskerville (1902) de Arthur Conan Doyle, y también piensa sobre las llamadas “pistas falsas”, se refiere a la valentía del detective, a sus tácticas de investigación, a la concatenación de razonamientos y al descubrimiento de sospechosos. Y, como si fuera poco, esta novela también es un homenaje a los perros:

Me gustan los perros. Uno siempre sabe qué está pensando un perro. Tiene cuatro estados de ánimo. Contento, triste, enfadado y concentrado. Además, los perros son fieles y no dicen mentiras porque no hablan (13).

La novela posee una narración rápida, capítulos cortos que intercalan la acción de la aventura con la reflexión del personaje. Todos ellos numerados utilizando los números primos (ya en otras ocasiones habíamos reseñado una novela que trata sobre estos números: La soledad de los números primos, y otra sobre un grupo de matemáticos suicidas: Adiós, pero conmigo).

En sus indagaciones, y al mejor estilo policial, Christopher será incriminado y perseguido, y también tendrá que huir y salvarse. El incidente del perro abrirá puertas que habían permanecido selladas y así tendrá qué descubrir la verdad, a pesar de lo dolorosa que pueda llegar a ser:

A veces la gente quiere comportarse de manera estúpida y no quiere saber la verdad (119). 

La aventura se impone en la vida del protagonista. Él, una persona con dificultades de aprendizaje (aunque claramente todos tenemos diferentes tipos de dificultades), le tocará tomar decisiones (como a todo buen personaje literario y como a toda persona en esta vida): deberá abordar el tren y salir de su pueblo y viajar hasta Londres. Odisea citadina: 

En la vida tienes que tomar montones de decisiones, y si no tomaras decisiones, nunca harías nada, porque te pasarías todo el tiempo eligiendo entre las cosas que hacer (114). 

La novela es graciosa, aunque su narrador diga lo contrario; y podría decir que trata sobre darse cuenta quién es uno, realmente. Christopher, por ejemplo, guiado por la razón, y no por la intuición, descubre de qué es capaz al tiempo que descubre al asesino de aquel acto violento, y descubre quiénes son realmente sus padres y sus vecinos. De seguro que los lectores también descubriremos algo de nosotros mismos, o algo sobre el tamaño diminuto de muchas de nuestras angustias y problemas.

Muchas cosas son misterios. Pero eso no significa que no tengan una respuesta. Es sólo que los científicos no han encontrado aún la respuesta (131).

El autor, Mark Haddon, ha escrito numerosos libros. Esta fue su primera novela y con ella obtuvo varios reconocimientos y premios. Una novela juvenil que, como toda gran obra juvenil, también pueden y deben leer los adultos (aquí hemos tenido la oportunidad de reseñar, en esa misma línea de sentido, las novelas: Cuando Hitler robó el conejo rosa y Las brujas).


Haddon, Mark.
El curioso incidente del perro a medianoche (2003 [2021]).
Colombia: Salamandra, 268 p. Traducción: Patricia Antón de Vez (2004).

Comentarios

  1. Que belleza de reseña Marce... Volví a llorar así como cuando leí a brevemar. Hermosa reflexión.

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    1. Gustavo Adolfo Bedoya Sánchez26/7/23 09:04

      Mil gracias por el comentario. De seguro te refieres a la reseña de "Brevemar" de Lina Marcela Cardona. :) Un saludo grande.

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