Razones para leer "La soledad de los números primos"

Reseña de la novela: La soledad de los números primos (2008 [2019]) de Paolo Giordano

Sé que existen muchas reseñas de esta novela y que la gran mayoría concluyen que es una obra que merece la pena ser leída. No se equivocan. Por lo regular, esas reseñas resaltan la juventud de su autor y la alta recepción de la obra. No sobra recordar que Paolo Giordano (1982-) tenía 26 años cuando su ópera prima alcanzó, entre otros reconocimientos: el Premio Strega 2008 de Novela (el máximo galardón literario entregado en su país, Italia), el Premio Merck Serono, el Premio Campiello, el Premio Fiesole de narrativa de autores menores de 40 y el Premio de Literatura Alassio Cento libri. Asimismo, la obra vendió millones de ejemplares y luego alcanzó diferentes traducciones: al inglés, al español, al francés, al portugués y al holandés. En España obtuvo el Premio de los Lectores 2009, de la revista Qué Leer. En el año 2010 se realizó una adaptación cinematográfica de la obra a cargo de Saverio Costanzo (1975-). Por último, es necesario decir que, a pesar de los años que se han sucedido desde su primera edición, el libro continúa siendo editado profusamente. Así que no hay duda: La soledad de los números primos es una verdadera anomalía, un fenómeno poco común en el mundo literario.

Las reseñas también reparan en la bonita metáfora que la obra construye, en la que se relaciona la soledad humana con la naturaleza propia de los números primos gemelos: uno muy cerca del otro, pero separados por los números pares. De esta manera lo expone el propio narrador de la obra: “Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos” (124). Para este momento, y tal como lo hacen los reseñistas, los lectores debemos recordar que el autor de la novela, además de escritor, es un científico: exactamente, un Licenciado en Física Teórica.

Ahora bien, considero que existen otras razones para que el lector se decida a leer esta novela, por ejemplo:

La forma

Quiero llamar la atención sobre un asunto formal que, aunque podría ser una casualidad, prefiero creer que se trata de un acto deliberado: la novela tiene 47 capítulos cortos, todos ellos en el interior de siete partes tituladas (de nuevo: los números primos). Algunas partes contienen un solo capítulo, otras hasta 17. Además de estar tituladas, cada parte está fechada (desde el año 1983 y hasta el 2007); lo que indica el paso del tiempo en la historia: desde que Mattia tiene, más o menos siete años, y hasta que cumple 31. De esta manera, las dos primeras partes están dedicadas a la niñez de los personajes; la tercera y cuarta (fechadas, respectivamente, en 1991 y 1995) a la adolescencia; y, desde la quinta y hasta la última parte, a la adultez de ambos. 

Los momentos que aquí hemos señalado poseen, cada uno, un tono distinto, tal como es distinta la vida de los protagonistas. La niñez se concentra en los infortunios que viven los personajes: Alice sufre un accidente que la deja coja de por vida y Mattia se culpa por la desaparición de su hermana. Por su parte, los capítulos dedicados a la adolescencia exponen una serie consecutiva de crueldades que viven los personajes y que permiten medir los daños ocasionados por sus respectivas tragedias: Alice es víctima de acoso y sufre de anorexia, mientras que Mattia se autolesiona y se aísla del mundo. En comparación a estos primeros capítulos, en los que se prioriza la acción, los capítulos dedicados a la adultez se focalizan en la reflexión y en la manera en que cada personaje asume, para sí mismo, las consecuencias de sus actos pasados, lo que hace que la obra para este momento adquiera un tono melancólico.

No sobra decir que la novela empieza narrando, por separado, la vida de los dos personajes: los capítulos impares están dedicados a la historia de Alice, los capítulos pares a la historia de Mattia. Ambos personajes se encuentran, por primera vez en la narración, en el capítulo siete, siendo adolescentes. Luego, los capítulos siguen reservados para cada personaje, pero cada uno de ellos viéndose afectado por la existencia del otro. Es indudable que ambos personajes se ven marcados por el encuentro entre ambos, por lo menos en la manera en que se ven ellos mismos en el mundo. En el capítulo trece vuelven a encontrarse, físicamente. En este capítulo los protagonistas tienen la primera oportunidad de estar solos en la fiesta de Viola, una conocida del colegio; sin embargo, el encuentro no los alcanza y ambos personajes se separan. 

El resto de la obra contiene una estructura similar: momentos en los que ambos personajes se encuentran, mediados por tiempos largos en los que están separados físicamente. A pesar de los encuentros, los personajes no logran confesarse su amor. La lejanía, y con ella la soledad, se hace más patente cuando, en la adultez, Mattia abandona el país y Alice se casa con Fabio. 

Al final de la obra Alice propicia un nuevo encuentro, en el capítulo 45. Este encuentro tampoco será definitivo y, de esta manera, los dos últimos capítulos están dedicados –como al inicio de la obra–, a la vida separada de los dos protagonistas: el capítulo con el número par se centra en la historia de Mattia, el capítulo impar en la historia de Alice.

La no-comunicación

La distancia que separa a los números primos, Alice y Mattia, no es propia –únicamente–, de ellos dos. Es una constante que afecta a todos los personajes de la novela. Esa distancia, convertida en soledad tiene su raíz en la incomunicación. Así la describe el narrador, cuando los protagonistas son adolescentes y luego adultos, respectivamente:

“Hablaban poco, pero pasaban mucho tiempo juntos, sumidos cada uno en su propio abismo, aunque sintiéndose sostenidos y salvados por el otro, sin necesidad de muchas palabras” (63).
“Sobre sus cabezas flotaba una gran burbuja llena de cosas que tendrían que decirse y los dos miraban al suelo para no verla” (165).

La no-comunicación también afecta a los padres que han renunciado a intentar conocer a sus hijos, afecta a los profesores que se han desatendido de la vida de sus estudiantes, y afecta a Soledad, la empleada en casa de los padres de Alice, quien prefiere fingir la muerte de su esposo y adoptar el luto, en lugar de aceptar que ha sido abandonada. Incluso, afecta a Nadia, una mujer que Mattia ha conocido: ambos viajan en el asiento de atrás del taxi, separados por el silencio y la distancia que dibujan sus cuerpos, cada uno en su respectivo extremo. 

La soledad, como producto de la falta de comunicación, parece una enfermedad que afecta a todos por igual en esta novela: sin importar la edad, el género o la nacionalidad. Resulta indiciario que en el capítulo 45, cuando se narra el último encuentro entre los protagonistas, el narrador repare en el hecho de que los personajes utilizan, con frecuencia, el espejo retrovisor del auto, en el que claramente se puede leer: “Objects in the mirror are closer than they appear” (263); sin embargo, a pesar de ello, ninguno de los dos se acerca, ninguno logra poner en palabras aquello que los invade y los carcome en su interior. 

La psicología y la crueldad

La soledad de los números primos también narra la historia del daño que hacen las palabras y los silencios de los adultos. Desde este punto de vista, considero un gran trabajo el que hace el autor al intentar exponer la psicología de los niños y los adolescentes, sus formas de pensar y de razonar, de medir el mundo de los adultos y la manera en que ellos mismos se miden. Así, por ejemplo, y de forma muy triste, percibimos que algunos de ellos llegan a creer que no son nada y que no tienen ningún valor. 

Esta novela también narra la melancolía de los adultos, así como nuestras inseguridades: la constante evaluación que hacemos de nuestras vidas, esos pensamientos que hacen que nos preguntemos cómo hubieran sido nuestras vidas si hubiéramos intentado algo distinto, si…

Por último, quiero llamar la atención sobre la institución escolar que reúne por primera vez a los protagonistas. El narrador dice, de pasada, que la edificación data de tiempos del fascismo (49). No creo que sea una mera casualidad o algún dato superficial. Considero que esta mención es un símbolo palpable de la violencia y la maldad y la sinrazón que afecta a los protagonistas y a sus compañeros de clase. Pensemos en las burlas y el acoso, el chantaje y la violencia, incluso sexual, que los personajes deben soportar y sufrir. Asimismo, esta mención es un símbolo de la violencia que infligen los profesores y adultos que ya no están interesados en sus estudiantes y en sus hijos. Los fascistas ya no necesitan llevar uniformes. A veces, tampoco necesitan castigar por mano propia: ahora cada quien, antes de ser culpado y antes de ser castigado, decide herirse de la manera que mejor le nazca. Algunos dejan de comer, otros se autolesionan… a la final: todos víctimas y victimarios. 


Además de La soledad de los números primos (2008), Paolo Giordano es autor de tres novelas y un ensayo, a saber: El cuerpo humano (2012), Como de la familia (2014), Conquistar el cielo (2018) y En tiempos de contagio (2020). Todas publicadas en español por la editorial Salamandra. 

Yo no conozco sus otras obras, así que no sé si lo ocurrido con esta primera novela ha sido suerte; de seguro que no, pues las editoriales y los lectores siguen apoyando a su autor. De todos modos, si hubiera tenido suerte no sería la primera vez –en este mundo lleno de anomalías–, que un escritor produce al principio de su vida su obra de mayor renombre. Y si así fuere, considero que de seguro el éxito de la obra le permitirá al autor dedicar el resto de su vida a superarse así mismo: una verdadera ganancia para alguien que quiere dedicarse a escribir, y una promesa para lo literario.


Giordano, Paolo
La soledad de los números primos (2008 [2019])
Barcelona: Salamandra, 281 p.
Traducción de Juan Manuel Salmerón Arjona


Comentarios

  1. Me gusta el tono en el que escribes esta reseña, es como lamer la sal de mar sin sumergirse en sus aguas, capaz de contagiar la melancolía que impregna la soledad del libro que anuncias, muy cercana a nuestra época, condenada a la soledad que engendra la sociedad neoliberal y pandémica.
    Quiero destacar este ejercicio, donde compartes nuevas lecturas, nuevos mundos, de una manera tan provocativa.

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    1. Hola Lady Julieth
      Gracias por tus palabras. Me gustó mucho la imagen de la sal y las aguas del mar.
      Me alegra mucho que las reseñas te resulten provocativas. Ojalá logren entusiasmar a muchos a la lectura de las obras... esa es la idea.
      Un saludo grande.

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  2. Desde mi adolescencia cuando escuché de este libro tuve muchas ganas de leerlo, pero nunca lo hice, porque siempre de interponían otras lecturas a mi alcance. Sin embargo, hace meses me había estado rondando este libro en la cabeza, pero pensé que ya no era para mí. No obstante, gracias a está reseña, he tomado la decisión de finalmente leerlo para entender aquella inexplicable soledad que cómo mencionas en la reseña es muy propio de nuestra sociedad. ¡Gracias por la reseña!

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    1. Hola.
      Ojalá la obra cumpla o supere las expectativas... Por acá serán bienvenidas las apreciaciones y los comentarios sobre la obra.
      Comprendo aquello de que otras lecturas se interpongan... a mí me pasa seguido. A pesar de los listados y planes, siempre una lectura termina atravesándose... a veces terminan siendo grandes descubrimientos.
      ¡Un saludo!

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  3. Justamente esta semana pensaba en comprar esa novela... Siempre es bueno leer sus reseñas. Un saludote.

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    1. John
      Como siempre: espero todo marche muy bien.
      Gracias por leer las reseñas y por estar atento al blog.
      Ojalá, ojalá, la novela sea de su agrado.
      Un abrazo.

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  4. Me encantaría poder leer ésta novela, me parece que es muy interesante. Es una excelente reseña la que usted hace de ella y llama muchisimo la atención.
    Gracias por compartir.

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    1. Hola. Gracias por escribir. La idea es justamente esa: llamar la atención sobre las obras e invitarlos a leerlas. Ojalá puedas encontrarla en alguna biblioteca cercana, o con algún amigo. Ojalá nos compartas tus impresiones de la novela si la llegas a leer. Un saludo grande.

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    2. Me decidí a leer la novela (gracias a esta reseña) por la curiosidad que despertó en mí la metáfora de los números primos y el hecho de que el escritor sea un licenciado en física. Me gustan mucho las ciencias, pero al final, siempre termino entregándome a los reconfortantes brazos de la literatura. Pienso que van muy bien juntas. Me encantó la historia y la forma de contarla; creo que leeré otras obras del autor. Muchas gracias por la recomendación.

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    3. Hola Ximena. Me alegra saber que la reseña cumplió su objetivo. Ojalá puedas compartir tu opinión sobre las otras obras del autor, si llegas a leerlo. Me llama la atención: "Como de la familia" (2014). Si te interesan las obras literarias de científicos creo que podría llamarte la atención las obras del matemático Lewis Carroll, o las obras de científicos, autores de ciencia ficción "dura": Asimov y Clarke. En el blog está la reseña de la obra más reciente del matemático Juan Diego Mejía: "Adiós, pero conmigo" (2021). ¡Un saludo!

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  5. Hola. Mil gracias por las sugerencias, no he leído a Clarke.
    ¿Por què ciencia ficción "dura"?
    Carl Sagan dijo que uno de los primeros libros de ciencia ficción fue "Somnium", de Kepler... lo quiero leer, pero me da la impresión de encontrarme con un papiro jjaja...yo sé que existe, incluso en PDF, y en español (ajaj..)... mm.. pienso que no lo podría entender...

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    1. Hola.
      Es una división que algunos hacen: ciencia ficción "dura" para designar aquellas obras donde las explicaciones científicas son admisibles y se corresponden con las leyes de nuestra propia realidad. En contraposición: muchas obras de ciencia ficción parten de premisas que únicamente son verosímiles en el interior de la obra (y no en el mundo real). Se supone que ninguna de las dos divisiones afecta, realmente, el valor de la obra. Sólo es una elección del autor relacionada con sus conocimientos científicos.
      No he leído la obra de Kepler . Quizás lo haga cuando la leas primero y me la recomiendes...
      Un saludo grande

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