La novela como un espejo roto, un espejo hecho trizas
Reseña de la novela: No solo la noche es oscura (2016 [2019]) de Juan Carlos Pino Correa
Uno
Esta novela narra una masacre ejecutada por militares, en 1991, en el sur de Colombia. Una masacre que, quizás, únicamente recuerdan las diecisiete familias de las víctimas:
“Y lo más triste de todo en este país, dígame si no, es que cuando alguien cae abatido por la violencia todos los demás seguimos incólumes, como si solo viéramos llover” (103).
Los culpables del crimen fabrican una mentira con ayuda de los medios de comunicación. Según ellos: la guerrilla perpetró la masacre acaecida en Los Uvos, zona rural de La Vega, departamento del Cauca; un lugar tan pequeño que ni siquiera se detalla en los mapas, un lugar invisible que –prácticamente–, no existe para quienes gobiernan este país.
Mientras tanto, dice uno de los narradores, las personas continuamos con nuestras vidas: enfrascados en telenovelas, realities y fútbol.
Dos
También es la historia de un periodista de la región que investiga lo acaecido, así como investiga un secuestro so pena de que también lo desaparezcan. Por eso deberá, como tantos otros, exiliarse.
En el extranjero intentará encontrarse a sí mismo, de allí que se cuestione: ¿cómo puede dedicarse al periodismo de variedades un periodista convencido de la investigación y la denuncia?
En su exilio se topará con otras víctimas de la violencia y, entre todas ellas, con los desplazados por la pobreza: marroquíes, rumanos, marfileños, colombianos, etc.
Tres
Asimismo, esta novela es la historia de una voz que se cuestiona cómo narrar la barbarie (lo que la hace una novela metatextual), una voz que adopta múltiples puntos de vista para darle la magnitud necesaria a los hechos (una novela plural, casi polifónica); incluso, la novela se permite utilizar un narrador que presupone lo que sucederá con las víctimas porque la historia de un país que parece no tocar fondo se ha repetido con demasiada frecuencia:
Ninguna noticia, ningún escándalo nos sorprende: “como si aquello fuera el pan nuestro de cada día. El horror” (51).
Cuatro
Para terminar, podemos decir que la novela parece un mural compuesto por escenas distintas; o mejor: parece un espejo roto, hecho trizas por la violencia que narra. De esta manera, cada capítulo es un pedazo de vidrio, es decir: los capítulos son cortos y cortantes. Dispersas las escenas, en cada una de ellas se refleja la imagen de las víctimas; pero también se refleja la imagen de nosotros, los lectores, porque esta novela es una denuncia a los poderosos y a la sociedad en general: a todos los que permitimos que las injusticias se hagan realidad.
El autor
Juan Carlos Pino Correa (1968) ha recibido diferentes menciones a lo largo de su carrera como escritor. Ha publicado las novelas: Hojas sin nombre, Los habitados, Noche de fusiles y La piel sagrada; así como el libro de relatos: Los escaques y la noche; y los libros de crónicas: Mirada al Sur y Hacer camino en La Mancha. En 2020 obtuvo con la obra Umbral el Premio Nacional de Novela Breve, de Cuadernos Negros Editorial y El Espectador.
No sobra decir que No solo la noche es oscura es resultado de una investigación académica sobre las violencias y los desplazamientos en Colombia, y que está dedicada: “a las víctimas silenciosas de todas las violencias”.
Excelente reseña.
ResponderBorrarGracias Jhoana.
Borrar“Y lo más triste de todo en este país, dígame si no, es que cuando alguien cae abatido por la violencia todos los demás seguimos incólumes, como si solo viéramos llover” (103). Esta cita representa muy bien lo que sentí en estos días, al enterarme de la muerte del líder juvenil Esteban Mosquera, justamente en la ciudad de Popayán. Sentimiento que se viene repitiendo una y otra vez.
ResponderBorrarMuchas gracias por compartir su escrito.
Gracias por comentar. Creo que la novela expone muy bien el sentimiento de impotencia ante la violencia que vivimos. Y si bien se centra en violencias de los años noventa, sabemos que siguen afectándonos...
BorrarTremendo...una invitación a ser mas sensibles con el dolor del otro y poder ser luz en cualquier momento de oscuridad.
ResponderBorraruna importante reseña, gracias.
Gracias por tus palabras.
BorrarNo es gratuita la dedicatoria de la novela: “a las víctimas silenciosas de todas las violencias”. La novela nunca las olvida y hace que el lector se piense y se sienta, también, con cierto grado de responsabilidad ante las injusticias y las violencias.
Un saludo.